Al parecer Facebook, en lugar de ser un sitio agradable para interactuar con familiares y amigos, se esta convirtiendo en nuestro peor enemigo, el primer caso fue el de la maestra que perdió su trabajo por culpa de unas fotos que subió a la red social.
Ahora nos encontramos con el caso de Nathalie Blanchard, todo comenzó hace un año y medio, cuando esta mujer canadiense fue diagnosticada con depresión grave, y ha tomado una larga licencia de su trabajo por enfermedad, mientras que su aseguradora le realizaba pagos mensualmente. Hasta aquí todo normal
El problema comenzó cuando la aseguradora, revisó su perfil de Facebook y se encontró con fotos de ella en la playa de vacaciones, en bares, y disfrutando de su fiesta de cumpleaños. Basándose en esta evidencia, la compañía decidió retirarle los beneficios, alegando que esas imágenes son muestras de que ella ya no está deprimida y debería volver al trabajo. Blanchard, por su parte, alegó que las fotografías son de momentos felices en medio de muchos otros difíciles, y está luchando por recuperar lo que dice que le corresponde.
Esto nos demuestra que hoy en día cualquiera tiene acceso completo a nuestras vidas, me parece que la decisión de la aseguradora fue muy drástica y poco profesional ya que no sometieron a Nathalie a ningún examen psicológico para saber si de verdad aun estaba deprimida o no, y me pareció muy bien que saliera a distraerse porque no se puede dejar morir por si depresión. ¿Tu que opinas, se tenía merecido que le suspendieran su seguro?.
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