Un acontecimiento insólito ocurrió en París, Francia, cuando una mujer de 26 años se casó con una persona que ya estaba muerta.
Un año después de que su novio muriera en un accidente de tránsito, la francesa Magali Jaskiewicz decidió casarse con él. La mujer cumplió con los requisitos legales que le exigió el municipio de Dommary-Baroncourt, al norte del país, para concretar la boda póstuma. Además, contó con la aprobación del presidente galo, Nicolas Sarkozy.
El diario español "El Mundo" publicó que la leyes francesas permiten estas soluciones cuando un contratiempo frustra un casamiento anunciado. La pareja lo había confirmado al alcalde del distrito el 25 de noviembre del año pasado, dos días antes de que Jonathan George, el novio, chocara con su auto en una autopista.
Durante la ceremonia, una fotografía del difunto acompañó a Magali, quien se puso el tradicional vestido blanco para la ocasión. Cuando la autoridad del municipio le dio la indicación, la mujer besó la imagen. "Habíamos soñado con este momento. Espero que él pueda disfrutarlo donde sea que esté", confesó la ahora viuda cuando culminó el acto.
Rodeada de cámaras y de micrófonos, Jaskiewicz añadió: "fue una ceremonia alegre y triste a la vez. Me duele no haber llegado hasta aquí de la mano de mi marido, pero también es una recompensa habernos casado".
Me alegra que el amor de la mujer sea tanto que se caso, sin que su novio estuviera vivo. ¿Tu harías lo mismo por tu pareja?
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