El barrio de La Loma, de la ciudad de Quezón, en Filipinas, es famoso por tener un puesto de venta de cerdo asado en la mayoría de las esquinas de sus calles, pero el tercer domingo de mayo, los cerdos asados son los que toman la calle.
Para esta fiesta monumental, los cerdos son rellenos de tamarindo, hojas pandan y una mezcla de especias, con la piel bañada en salsa de soja y vinagre. Ellos se tuestan en un pozo de carbón, por un asador experto, que sabe exactamente cuándo están listos.
Aunque todo el mundo disfruta de una agradable comida a base de cerdos, complementado con salsa de hígado, el punto culminante de esta fiesta es el Desfile del Lechón. Las personas visten a los cerdos, ya asados, con trajes divertidos y los llevan a desfilar por las calles de la ciudad, sobre los hombros de los devotos. Después de 50 años de celebrar el Desfile del Lechón, los filipinos han logrado convertir el hecho de vestir a los cerdos en un arte.
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